Otoño e invierno, plena temporada de caquis en Chile. Es una fruta muy dulce, yo la probé por primera vez hace un par de años y me sorprendió su sabor, desde ahí que me hice fanática. Eso sí hay que comerlos muy maduros, en su punto. Cuando estan bien blandos y uno piensa que ya están podridos, justo ahí es cuando hay que comerlos. Se cortan por la mitad y la pulpa sale como mermelada, realmente ricos. Si se comen antes de tiempo son demasiado astringentes (provocado por los taninos), dejan la boca como rasposa, seca y pueden caer mal al estómago.