Hortaliza perteneciente a la familia de las crucíferas (al igual que la coliflor, los repollitos de bruselas, los repollos), el brócoli es conocido por sus bondades anticáncer. Gracias a sus numerosos fitoquímicos previenen la formación de células y tumores cancerígenos, aceleran la producción de enzimas protectoras y depurativas en el organismo elevando el sistema inmune.
Entre otras de sus propiedades beneficiosas destacan la prevención contra la anemia, pues tiene gran cantidades de hierro.
Es rico en betacarotenos, los que se transforman en vitamina A al ser asimilados, junto con la vitamina C son excelentes antioxidantes y también estimulan el buen funcionamiento del sistema inmune.
Es un vegetal depurativo, eliminador de líquidos y limpiador de toxinas gracias al potasio. Destaca además los altos niveles de ácido fólico o folatos (vitamina B9), especial en el embarazo para prevenir mal formaciones fetales.
Tiene alto contenido de fibra, poca grasa e hidratos de carbono de fácil absorción.
La cocción al vapor* (en vez de hervidos) mantiene en mejor estado las vitaminas. La vitamina que más se deteriora al cocer los alimentos en agua es la vitamina C. Cocinándolos de este modo el porcentaje de pérdida de esta vitamina es muchísimo menor, además absorven menos agua.
Pero lo más fácil, rápido y rico para los brócolis es saltearlos, diréctamente a la sartén, sin cocción previa, quedan al dente, crujientes y levemente dorados.
Brócoli salteado
Ingredientes
- 1 rama de brócoli
- mantequilla
- limón
- aceite de oliva
- sal de mar y pimienta
1. Cortar el brócoli en arbolitos chicos. El tallo también es comestible, se puede pelar y cortar en trozos pequeños y agregar a la preparación si se quiere.
2. Derretir mantequilla con aceite de oliva en una sartén y echar los arbolitos. Cocinar a fuego medio hasta dorar, dando vuelta de vez en cuando dorando por todos lados hasta que estén al dentes. Quedarán crujientes, pero no crudos. Condimentar con sal y pimienta y retirar.
3. Servir aliñado con limón, aceite de oliva y un poco más de sal (si es que la necesita)
Quedan realmente sabrosos. Me los comí junto con un pollo echo con esta receta, descrita en el post anterior.
*Para el que nunca ha cocido al vapor: en una olla se vierte un poco de agua, se hace hervir y sobre ésta se pone una vaporera del porte de la boca de la olla con los ingredientes dentro. La vaporera no debe tocar el agua, ésta se posa sobre la olla (tiene que calzar justo con el porte) y se tapa para que no se filtre el vapor.
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