Los crocantes (o también podríamos
llamarlos crumbles como le dicen los gringos), pueden ser postres que
saquen de apuro en caso de tener visitas inesperadas. Son facilísimos de
preparar, pueden hacerse prácticamente con cualquier fruta y por encima va una masa que se despedaza como si fueran migas.
En este caso para participar en el desafío del mes de Junio del BBRC, quise hacerlo de membrillo, haciendo antes un dulce de membrillo sano, reemplazando el azúcar por jarabe de ágave. Además para este crumble no usé harina, sino avena, nueces y semillas, lo que hace que sea un delicioso crocante de granola.

El jarabe de agave se conoce poco en nuestro país. Este jarabe, sirope o syrup viene de la savia del maguey o agave, tipo de cactus
mejicano, el mismo que se usa para hacer tequila. Para fabricarlo
esperan que los cactus crezcan entre 7 y 12 años, luego los cosechan.
Les cortan las hojas dejando sólo el centro, el cual queda parecido a
una piña gigante. Esta piña se corta en trozos y se hierve. Se deja
cocinando lentamente por largo tiempo hasta que se consigue una
reducción, espesa y dulce.
Si bien es un endulzante con bastante fructosa, tiene menor índice glicémino
que el azúcar, se absorve más lentamente, por lo que lo no dispara la
insulina cuando se consume. También es más dulce que el azúcar, se
necesita menor cantidad para endulzar.
El agave aporta saponinas, las que pueden ser antiinflamatorias, antimicrobianas y refuerzan el sistema inmune.
Aún así hay que tener cuidado con su consumo, no es la panacea como reemplazo del azúcar blanca. Si bien es natural sigue siendo alto en azúcares, hipercalórico y adictivo.
Crumble de dulce de membrillo
Ingredientes:
Para el dulce de membrillo con jarabe de ágave (syrup de agave)
- 3 membrillos
- 1/3 taza jarabe 100% ágave (o más si se quiere más dulce)
- 1 palo de canela
- 1/4 limón, su jugo
- 1/2 taza de avena machacada
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharada de aceite de coco
- 1 puñado de coco en láminas
- 1 puñado de nueces
- 1 puñado de semillas de maravilla
- 1 puñado chico de semillas de sésamo sin tostar
- 1 pedazo de jengibre fresco rallado (opcional)


1. Cocer los membrillos con todo y piel en abundante agua hasta que estén muy blandos.
2. Pasar los membrillos por un prensapapas (esos para hacer puré). La cáscara y cosas duras se separan solos, descartarlos. Si se quiere una textura más suave y/o más molido se puede pasar por un cedazo o moler con minipimer.
3. Poner el puré de membrillos de vuelta a la olla con el jarabe de ágave y la canela (si está muy seco agregar un poquito de agua para que no se queme). Dejar cocinar a fuego bajo hasta que el puré cambie de color a un café rojizo y espese. Esto demora un buen rato, 1 hora aprox o más.
4. Vaciar en una fuente para horno y dejar enfriar. Yo lo dejé de un día para otro para que cuajara un poco. Si se deja cuajando varios días se va poniendo más firme, pero se puede usar al tiro si se quiere (según una amiga que en su casa dejan reposando el dulce de membrillo un año para que endurezca, recién ahí se lo comen)

Para el crocante o crumble
1. Mezclar todos los ingredientes y disponer sobre el dulce de membrillo.
2. Llevar al horno previamente recalentado, a 200º - 180º por 20 min. o hasta que esté dorado.
Servir tibio con yogurt natural, crema de leche o de coco o de lo que se prefiera.
Fuentes: http://www.globalhealingcenter.net/salud-natural/nectar-agave.html
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