Nada más rico que las betarragas asadas en vez de hervidas, quedan caramelizadas. Lo mejor eso sí, para aprovechar todos sus beneficios, es comerlas crudas; personalmente me gustan rayadas (tengo una receta de ensalada de betarragas crudas que subiré más adelante).
Las betarragas vienen de Europa del Sur. Entre sus propiedades tenemos que son ricas en hierro y ácido fólico (especial para embarazadas y anémicos). Por la presencia de potasio limpian la sangre y eliminan toxinas, ayudando al correcto funcionamiento del hígado y a la eliminación de líquidos.
El color que tienen algunas variedades, como las moradas (las que consumen principalmente los chilenos), se debe a un pigmento rojo llamado betanina, el cual posee flavonoides los que previenen la aparición de cáncer.
Es un tubérculo muy fibroso, lo que ayuda a regular el intestino, pero a su vez tiene gran cantidad de hidratos de carbono y azúcar, lo que la hace muy energética, pero de fácil asimilación. Contrariamente a lo que se cree, se recomienda en las dietas de las personas obesas, ya que es un alimento que produce mucha saciedad y de poca grasa (no es recomendable para los diabéticos).
Tampoco deben comerla en exceso los hipertensos, pues tienen bastante sodio. Los que padecen de piedras al riñón también deben moderar su consumo, ya que poseen oxalatos (compuesto que impide la absorción del calcio), para reducir el contenido de éstos se sugiere cocerlas.
Entre otras propiedades tienen alto contenido de vitamina A, C, B9 y E, además de zinc.
Sus hojas también son comestibles y se asemejan a las espinacas y acelgas, y se pueden comer en ensaladas, como la que recomiendo a continuación.
Acá la receta:
(para 2 porciones aprox)
Ingredientes:
- 3 o 4 betarragas chicas con sus hojas
- 1 cebolla morada
- un puñado de hojas de estragón fresco
- un puñado de hojas de estragón fresco
- un puñado de hojas de hinojo
- aceto balsámico
- aceite de oliva
- mantequilla
- sal de mar y pimienta
1. Precalentar el horno
2. Pelar y cortar las betarragas por la mitad o en cuartos si son muy grandes. Cortar alguna de las hojas y reservarlas. Cortar la cebolla en cuatro y luego por la mitad cada cuarto.
3. Poner las betarragas y cebollas en una asadera para horno, junto con las hojas de estragón e hinojo.
4. Aliñar con un chorro de aceto balsámico, aceite de oliva, sal y pimienta. Revolver para integrar todo. Disponer pelotones de mantequilla por encima y tapar con papel aluminio o papel mantequilla (consejo: para hacer más maleable el papel mantequilla hay que mojarlo y estrujarlo. esto ayuda también a que las verduras se hagan al vapor)
5. Llevar al horno a 180º (temperatura media) por 40-45 min. aprox.
6. Cuando las betarragas estén blandas, retirar del horno y servir junto con las hojas de betarragas frescas reservadas y un poco de hojas de estragón fresco. Aliñar con aceite de oliva, aceto balsámico y sal. Yo acá además le puse queso de cabra (que lo uso con casi todo), también queda muy bien con ricota.
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