¿Qué es el curry? Se le llama curry a una mezcla de diferentes especias, las que cumplen la función de dar sabor a la preparación y de hacerla más digerible. Cada condimento se encuentra en la elaboración por algo y cumplen distintas funciones, hay algunas que son antibacterianos y estarían presentes para conservar más tiempo el alimento. Sin embargo también existe una planta llamada curry, de la cual se usan sólo sus hojas en algunas de estas preparaciones, la que habría originado el nombre de estas mezclas.
Hablar del curry es un tema que da para largo. Existes muchísimos tipos distintos y miles de recetas de currys, en cada zona de la India lo preparan diferente (allí los llaman massala, que quiere decir mezcla), así como también están los curry de Tailandia, Indonesia, Afganistán, Japón hasta de Marruecos. Incluso cada cocinero tiene su propia versión. Pueden ser mezclas secas molidas como polvo (más típicos de la India) o en pasta.
Pero en este post no hablaré sobre las propiedades del curry, que además pueden variar según las especias, si no de las de los garbanzos. Excelente fuente de proteínas vegetales y de fibras soluble e insoluble. La fibra insoluble es de absorción lenta, lo que quiere decir que se absorben a nivel del colon, éste convierte esta fibra en energía, manteniéndolo sano, previniendo el cáncer de colon; además regula los niveles de azúcar en la sangre. La fibra soluble ayuda con el estreñimiento (tránsito lento), mejora la circulación y absorbe el colesterol (lo encapsula y elimina del organismo a través de las heces).
Son ricos en vitaminas del grupo B, especialmente en ácido fólico, B9 (en forma de folatos), esencial en la correcta formación del feto y división celular, especialmente recomendado para embarazadas y niños.
Además tienen ácidos grasos esenciales, como el omega 6 (ácido linoleico), muy bueno para el funcionamiento del cerebro. También son abundantes en grasas, gran fuente de energía y de sensación de saciedad, especialmente son altos en lecitina, una grasa de fácil asimilación que mantienen a raya el colesterol y los triglicéridos, pues emulsiona las grasas con el agua y favorece su expulsión.
Los garbanzos no deben comerse crudos (a no ser que estén germinados), pues contienen toxinas que no se pueden digerir y producen gases entre otros problemas estomacales, éstas se eliminan al ponerlos largo tiempo en remojo y luego de una correcta cocción. Es importante tener en cuentsa esto al trabajar con harina de garbanzo, pues tiene que estar bien cocinada para evitar el elemento tóxico.
Curry de garbanzos
(5 - 6 personas)
Ingredientes
- 2 tazas de garbanzos sin piel
- 2 tazas de zapallo picado en daditos
- 2 tomates grandes y maduros, pelados y rallados sin semillas
- 1 tarro de leche de coco
- 1/2 cebolla picada fina
- 1 diente de ajo picado fino (opcional, yo no usé porque no tenía)
- 1 buen pedazo de jengibre fresco rallado
- ramas de cilantro fresco (hojas, tallos y ojalá con sus raíces)
- 1 cucharadita de semillas de cilantro
- 1 cdta de semillas de mostaza amarilla
- 1 cdta de semillas de mostaza negra
- 1 cdta de cúrcuma
- 1 cdta de comino
- 1 cdta de cardamomo
- 1 cdta de ají de color
- 1 cdta de pimentón en polvo picante*
- 1 rama de canela
- 2 anís estrellado
- mantequilla (ghee sería ideal)
- aceite de oliva
- agua, cantidad necesaria
- sal de mar y pimienta
*Si se quieren bien picante se puede añadir además merquén o pimienta de cayena.
1. Lavar e hidratar los garbanzos con un chorrito de vinagre (el que se tenga a mano) durante toda la noche. Al día siguiente drenar, lavar y reservar.
2. En un mortero moler las semillas de cilantro.
3. Lavar el cilantro fresco, picar los tallos y raíces y reservar las hojas picadas gruesas.
4. Calentar aceite de oliva y una cucharada de mantequilla en una olla, hechar la cebolla junto con las semillas de mostaza, las semillas de cilantro, y el comino, sofreir a fuego bajo hasta que la cebolla esté blanda. Si se empieza a pegar al fondo añadir un poco de agua y revolver. Luego agregar el resto de las especias.
5. Añadir los garbanzos y abundante agua hasta taparlos. Dar un hervor y luego bajar el fuego. Cocinar a fuego bajo por aprox. 50 min. o hasta que estén blandos (a mi me gustan bien bien blandos). Ir agregando agua a la cocción a medida que lo vaya pidiendo (si se absorve demasiado).
6. Agregar los tomates rallados, los cubitos de zapallo, la leche de coco y cocinar 1/2 hora más, hasta que el zapallo casi se deshaga. Chequear la sal y pimienta.
7. Servir caliente con hojas de cilantro fresco encima, acompañado de arroz blanco.
Yo además lo comí con tzatziki (mezcla a base de yogurt y pepino), la versión griega de la raita india
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